Robert T. Kiyosaki: “Me di cuenta de que mi padre no era pobre porque ganase poco dinero, que en realidad era una cantidad significativa, sino por culpa de sus pensamientos y acciones”.
Kiyosaki se dio cuenta de que incluso la forma en la que hablaba un padre era tremendamente diferente, y esto influía en que uno creciese económicamente más que el otro.
Con el objetivo de demostrar que la actitud y la forma de expresarnos nos hace más diferentes que la cantidad de dinero que tenemos en nuestra cuenta bancaria, el hombre de negocios ha recogido algunas de las frases que el padre de su mejor amigo jamás pronunció y el 'padre pobre' decía a menudo. ¿Quieres ser millonario? Toma nota de lo que diría el "padre rico" y aprende de los grandes triunfadores.
1.-Padre Pobre:“No me lo puedo comprar”
Padre rico: “¿Cómo lo puedo pagar?”
La primera es una declaración y la otra una pregunta. Como explica Kiyosaki, al contestar automáticamente la frase 'no me lo puedo comprar', nuestro cerebro deja de funcionar, mientras que al hacer la pregunta '¿cómo lo puedo pagar? nuestra mente empieza a trabajar buscando el modo adecuado.
2.-Padre Pobre:“Trabajo por el dinero”
Padre rico: “Mi dinero trabaja para mí”
La clásica dicotomía entre 'vivir para trabajar' o 'trabajar para vivir'. En general, las personas reciben un salario en función de las horas que trabajan, pero los ricos suelen ser dueños de sus propios negocios, trabajan a comisión o pueden eligir ser accionistas o tener participaciones sobre las ganancias de una determinada empresa.
“Pues muy bien para ellos”, pensarás. Pero el hecho es que mantener una postura en la que no dependemos económicamente de nadie puede abrirnos poco a poco las puertas para que realmente sea así. “Si trabajas por dinero, le estás dando el poder a tu empleador. Si el dinero trabaja para ti, mantienes el poder y el control del mismo”, relata Kiyosaki.
3.-Padre Pobre“Con el dinero hay que ir a lo seguro”
Padre rico: “Hay que aprender a gestionar el riesgo”
Los ricos juegan para ganar, lo que exige asumir riesgos y ser capaces de mantenerse cómodos ante la incertidumbre.
4.-Padre Pobre:“Mi casa es un activo”
Padre rico: “Mi casa es un pasivo”.
Ser propietario de una vivienda cuesta dinero, y no es un activo estable porque no siempre es seguro que vaya a subir su valor con el paso del tiempo. “Es cierto que si te quedas sin trabajo de pronto, tener un activo te puede ayudar a conseguir dinero mientras que un pasivo te lo irá restando, pero es importante entender la diferencia entre uno y otro”.
5.-Padre Pobre: “Estudia para trabajar en una buena empresa”
Padre rico: “Estudia para comprar una buena compañía”
Las personas más ricas no tienen miedo de pensar a lo grande. Se fijan unas expectativas altas y esperan hacer un montón de dinero, y tienen claro que lo conseguirán. “Por su parte, las masas creen que tienen que luchar por mejorar y asumen que deben conformarse con menos de lo que valen”, opina Kiyosaki, quien anima a las personas a tenérselo, si somos capaces de vender la imagen de seguridad en nosotros mismos alcanzaremos puestos más altos. En resumen, que te convenzas: tú sí que vales.
6.- Padre Pobre: “Nunca seré rico”
Padre rico: “Soy un hombre rico”
Algo similar a cuando nos encontramos con personas físicamente poco atractivas que tienen tanta confianza en sí mismas que acaban pareciendo las más bellas del lugar allá dónde van, aunque por motivos circunstanciales tengan, llevándolo al extremo, la cara desfigurada. “Incluso cuando el 'padre rico' estuvo en la ruina tras un importante revés financiero, siguió refiriéndose a sí mismo como un hombre rico”, relata Kiyosaki, y recuerda como, ante la adversidad, el padre de su mejor amigo insistía en transmitirles la idea de que “hay una diferencia entre ser pobre y estar en la ruina: la quiebra es temporal, la pobreza eterna”. Eso sí que es actitud.
7.-Padre Pobre: “No me interesa el dinero”
Padre rico: “El dinero es poder”
Desde pequeños, a la mayoría de las personas nos enseñan que lo importante en la vida es tener una buena educación, encontrar un trabajo y estar agradecidos por lo que tenemos. “En resumen: a casi todos nosotros nos han enseñado a conformarnos”, las personas ricas “piensan en el dinero de manera lógica y lo ven como lo que es: una poderosa herramienta que puede presentar opciones y oportunidades”. No lo necesitan para vivir sino para ser más poderosos, y lo tienen claro: ¿por qué conformarse con 5 si pueden aspirar a 15?. Porque hay que tener actitud y ganas.